“UN LADRILLO PARA SEGOVIA”

Con estas palabras, como título de un afiche caricaturesco, recibimos la invitación para participar

de una movida solidaria para ayudar a reconstruir el merendero de la señora de Segovia. Esta invitación llega desde la

línea D, pero no quiero dejar de mencionar que en nuestra línea la C, las compañeras de trafico junto con los chicos de

taller habían comenzado a darle forma a la campaña.

Como es común, cada vez que se emprende una campaña solidaria la respuesta fue positiva, se juntó ropa , mercadería.

Juguetes y a lo que se sumó la compra de materiales de construcción por parte de muestro nuevo sindicato, para

Construir un nuevo y digno espacio para el merendero. Luego se pidió a los compañeros que quisieran y

Pudieran colaborar con 2 pesos o más, para reponer parte del importe que la secretaría de finanzas desembolsó.

Cómo decía el afiche, el evento tuvo lugar el día 5-12-2009, fue un día lluvioso y un tanto frío, nos juntamos en

Constitución, no éramos muchos pero si muchos los paquetes que cargamos en el micro en el que partimos hacia

Moreno, donde funciona el merendero de Kuki. Fue un viaje agradable, algunos nos conocíamos, otros nos conocíamos

De vista y entre mate y mate, intercambiando vivencias de nuestras vidas personales y de nuestra vida en este, nuestro

Mundo subterráneo fuimos llegando a destino, ahhh, se pincharon 2 gomas del micro, y en esa espera del recambio de las

Gomas, presenciamos parte del parto de una perra callejera.

Cuando llegamos nos encontramos con Segovia y toda su familia, vecinos y los niños. También nos encontramos con otro

grupo de compañeros que habían llegado por otro medio y con otros que fueron llegando más tarde. Como estaba lloviendo

no se pudo hacer todo lo que se había pensado con respecto a la construcción, algo se hizo.

Les cuento que el lugar dónde funciona el merendero es un galpón de chapa y sin paredes, sumamente precario, y eso

es lo que fue destrozado por manos de otros seres humanos que evidentemente carecen de empatía, de amor al prójimo etc.

etc...... Pero ahora con cada granito de arena que puso cada uno de nosotros, el merendero de Kuki cambiará su estructura

física para el bien de todos los chicos, pero lo que no cambiará y está bueno que así sea, es la esencia, el alma de esta obra

que lleva adelante una gran mujer llamada Kuki, quien hace esto con todo el amor y sin ningún otro interés que no sea ayudar a los niños.

Kuki es una mujer pequeña, pero grande a la vez; sus ojos son muy claros que cambian del verde al celeste según el clima.

El color de sus ojos cambia, lo que no cambia es su mirada profunda, amplia y transparente y mirándonos a los ojos nos dijo

a Lili y a mi: “YO AMO A LOS CHICOS” en cada chico descalzo veo a mis hijos, ¡como no ayudarlos!.

Nos contó que venían a su merendero mas de 80 chicos y que luego del episodio de violencia y ataque que todos conocemos

Solo vienen más de 50, que algunas mamás no quieren mandar a sus hijos por miedo. También nos contó algunas cosas de

su vida privada, nos habló de sus hijos, son 6 varones y una mujer; vimos como todos colaboran con su mamá en ésta misión

que eligió, digo eligió por decirlo de algún modo, ya que siento y pienso de Kuki no tenía otra opción porque su esencia no

le hubiera permitido mirar para otro lado y olvidarse de la necesidad de esos chicos, a los que ama.

Ahhh, no les dije que toda esta conversación que mantuvimos con Kuki fue en su casa, donde nos invitó a Lili y a mí

Diciendo que quería que conociéramos su casa que queda a media cuadra del merendero, es una casa humilde, propia del

barrio; seguramente le falte comodidades y puede carecer de algún electrodoméstico de última generación pero cuenta

con una persona de gran corazón, capaz de quedarse literalmente descalza por los niños carenciados.

Bueno, deseo hayan leído este informe con el corazón. Sentí la necesidad de compartir esta experiencia con todos ustedes.



GRACIAS. Julia, guarda línea C.